Luis Ángel Casas


Luis Ángel Casas.
(Cuba, 1928-) Poeta, cuentista y novelista.



DATOS DEL AUTOR:

Candidato al Premio Nóbel de Literatura, propuesto por la Tertulia Cubana, de Houston, Texas, por la “Chicago State University” y otras instituciones, y oficialmente aceptado por la Academia Sueca.

Autor de una extensa obra poética y narrativa que ha venido publicándose en varios volúmenes desde hace más de medio siglo.
A esa obra pertenecen, entre otros muchos, los siguientes títulos: La tiniebla infinita (sonetos, México, 1948), con prólogo de Enrique González Martínez); Pepe del Mar y otros poemas (La Habana, 1950);

Trece cuentos nerviosos (La Habana, 1954); El Genio Burlón y otros poemas (La Habana, 1959); Los músicos de la muerte (novela histórico-filosófica, Miami, 1989); Trece cuentos nerviosos -
Narraciones burlescas y diabólicas (Ediciones Universal, Miami-Barcelona, 1990); La palabra poética (discurso de ingreso en la Academia Cubana de la Lengua, 70 octavas reales, La Habana, 1965.Primera edición: Miami, 1991) Cuentos para la medianoche (Ediciones Universal, Miami, 1992); El Mesías o La epopeya de los tiempos (poema épico-lírico en cuatro cantos y 109 octavas reales, La Habana, 1961. Primera edición: Nueva York, 1998, en “Tercer Milenio”, de la serie “Poesías de la Colección Salesiana”).

Entre sus más famosos poemas descuellan Pepe del Mar, considerado “la poesía más musical de la pasada centuria”, y El olivo, llamado en su momento “el poema del siglo”. De La palabra poética, su discurso en verso, se afirma que constituye “la más apasionada defensa de la cultura occidental”. De La epopeya de los tiempos, “su obra poética mayor y de más sostenido aliento”, se ha dicho que es “Patrimonio de la Cristiandad” y “la obra cumbre del siglo XX”. Su editor, el P. José Luis Ros, expresa: “Fue una experiencia editorial que no olvidaré nunca. Y pido al Señor que se extienda por todo el mundo y permanezca muchos siglos en el acervo cultural de la humanidad”

Creador de la rima potencial, y autor de la única “versión rítmica” de El Cuervo, de Poe, y de la única “versión homófona” de Las Campanas, también de Poe, que se tenían por imposibles de lograr.

Creador del hexámetro perfecto en español. Considerado “uno de los narradores más originales, escénicos e imaginativos de todos los tiempos”. Precursor de Borges. Ha sido nombrado miembro de la Academia Cubana de la Lengua, en 1965, de cuya Directiva formó parte, en calidad de Secretario, durante doce años consecutivos; miembro de la Real Academia Española, “por votación secreta y unánime”, en 1970; de la Academia Internacional de Letras, Ciencias y Artes (Nápoles, Italia), en 1972, y de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, en 1979.

El chacal que aúlla sin cesar…

Luis Ángel Casas es un hombre que nos coloca casi siempre frente a la disyuntiva de si es real o viene de otro siglo, un hombre con un corazón abierto a la asimilación estética de casi todas las corrientes literarias, hecho este que se vislumbra al leer su obra tanto poética como narrativa.
En la poesía de Luis Ángel se advierte un lirismo épico que nos transporta hacia los tiempos idos, hacia las grandes epopeyas de la humanidad y nos aviva el deseo de ser héroes:

¡Ah, cómo llegar hasta el buque…yo, solo, en la roca desierta!
¡Ah, cómo llegar si se había parado la Hora en mi puerta!
¡ Y tú, de azucenas y lirios vestida en el fúnebre barco!
¡Y yo, ya sin rostro ni espejo, aquí, junto al hueco de un marco!

(1), hay también una melancolía sublime que nos hace recordar a los poetas de antaño, esos a los que siempre se recurre para enamorar o para llorar, o simplemente para disfrutar más a plenitud de la tarde, del sol, de la lluvia:

Mas si la vida es una llaga,
Y si esa llaga es un dolor,
Alíviame la vida, amiga y maga:
¡Alíviame la llaga con tu amor!

(2) Otra particularidad del discurso poético de este hombre es la paradoja que establece entre los dos rivales más antagónicos de la humanidad: el binomio VIDA & MUERTE porque después de haber leído gran parte de la obra de Luis Ángel, casi me atrevería a asegurar que él tiene un pacto secreto con la muerte, creo que es el único mortal que ha jugado con ella desde niño y se la ha sentado en las rodillas, y por ello la muerte le ha permitido que la convierta en protagonista de casi toda su obra, y nos la describa como realmente es: un revoltijo espeluznante de pavor y dulzura, de goce y crueldad, una mezcla ambivalente de claroscuros esparcidos por el lienzo amargo que es la vida, esta vida que irremediablemente conlleva a la muerte y que a decir de Luis Ángel en uno de sus cuentos magistrales:
“La vieja y el gato” (De su libro Trece Cuentos Nerviosos, Miami, 1990) “Hay, en nuestro mundo interior, en lo más recóndito de ese mundo, un paraje singularmente espeluznante y desolado.
Nosotros lo conocemos muy bien; pero no queremos recordar sus pinos quejumbrosos, sus árboles secos a pesar de la constante lluvia, su niebla inmóvil a pesar del viento, sus fétidos pantanos donde alimenta sus raíces el principio de destrucción, todo ello iluminado por una luna de tenue luz fatua, como nunca se ha visto en el cielo de la vida.
Y ese paraje singularmente espeluznante y desolado, que se halla en lo más recóndito de nuestro mundo interior, es el sentimiento y el conocimiento de la muerte, la certidumbre de la nada, la angustia, el vacío que tratamos de llenar con el disimulo que son todos nuestros actos de extraversión.

Nos pasamos la vida destruyendo y destruyéndonos, y arrojamos los escombros al fondo del abismo, para no verlos más; pero allí permanecen, esperándonos, porque algún día, tarde o temprano, también caeremos al abismo, convertidos en escombros”.
El Señor Astur Morsella, prologuista de otro de los libros más leídos de Luis Ángel y para mi “el mejor” de toda la obra escrita de este autor: (Cuentos para la Medianoche, Miami, 1992) sostiene que más que un libro es algo así “como un espejo que refleja el dolor de estar vivo entre los muertos”, hecho curioso porque el que ha tenido la oportunidad de tratar con el autor se da cuenta que él viene como del más allá, viene de un mundo raro que no conocemos, y nos habla en lenguaje extraño, en códigos que no todos suelen o pueden descifrar, el amor le abunda por los poros , pero su mirada penetrante se nos cuela hasta en lo más profundo de nuestras almas, donde él traduce en idioma musical todo lo que recoge de nosotros los humanos, alguien piensa que es una reencarnación, no voy a ponerme a especular en este artículo, en quién ha venido reencarnado, lo importante, lo sublime, lo mágico es que este hombre, este genio, este chacal siga “aullando sin cesar”.

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OBRA POÉTICA DE LUIS ÁNGEL CASAS.